XXXII
Mis ojos
y mis impulsos
están solos.
Me rompo de no haber sido
palabras
sin tacto ni recipientes de permanencia.
No sé cómo mi ruta
verdadera
soporta tanta duración.
Es otra tarde cualquiera
sin que hallen mis vacíos.
Por ti, separado de mis rumbos,
de mis auroras, de mis deseos de
antes de ti.
Ya no podré acariciarte, ni
mis sombras querrán retenerte,
oscura hembra, oscura especie.
Me marmolizo errante de sangre
de tanto relámpago de haber soñado.
Poesía: Miguel Ángel Andés (Amarneciendo, 1978)
Dibujo: Miguel Ángel Andés (junio 1972)Contacto: amarneciendo@gmail.com
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