sábado, 8 de marzo de 2014

Servilletas de papel




Serevilletas de papel para Amarneciendo

  
Hoy presentamos otra pequeña muestra del legado de Miguel como dibujante. Ya hemos contado que, durante sus años más creativos, dibujó y pintó en diversos soportes, y que sus dibujos sobre cajas de cerillas y sus poemas manuscritos en miniatura sobre billetes de Metro fueron reconocidos por mucha gente. Tenemos un recorte de prensa de aquella época que así lo atestigua. El periodista relata que Andés (así lo nombraba) poseía una enorme colección de cientos de cajas de cerillas, de las que llegó a exponer una treintena en dos galerías de Madrid. La anécdota fue que, a raíz de estas exposiciones, la Fosforera Española suspendió la emisión de cajas de aquella serie, ilustrada con fotografías de jarrones y cerámicas, sobre las que Miguel trabajaba añadiendo sus dibujos. De todas aquellas cajas que llegó a dibujar conservamos tan solo unas pocas. Hablaremos más detenidamente en un futuro post sobre ellas.

La imagen de hoy es la de una servilleta con el dibujo de una cara con rasgos un tanto infantiles. De estas servilletas sí que conservamos una muestra más significativa. En su mayoría, pertenecen a una serie que él mismo bautizó con la palabra “niños”. Todas fueron realizadas con algún tipo de plumín, o bolígrafo negro de punta fina, y están fechadas por el artista entre marzo y julio de 1980. Hay servilletas del Café Lión, de la Cafetería Los Jerónimos, de Libra..., establecimientos a los que Miguel debía de acudir asiduamente. Hay quien dice que dibujó cientos de servilletas como esta y que solía regalarlas a conocidos o a turistas a cambio de un café.

Me impresiona la fragilidad de esta parte de su obra y me hace pensar en lo efímero y fútil del arte, en cómo parece imposible que estos trocitos de papel casi transparente hayan sobrevivido hasta treinta y cuatro años después. Me pregunto cuántas personas habrá por el mundo que recibieron una de estas servilletas de Miguel. Puedo imaginarme que serán muchas y que casi todas la habrán olvidado entre las páginas de un libro o, simplemente, la perdieron o tiraron. Las servilletas de papel son para eso, para usar y tirar, pero Miguel Ángel Andés supo darles otro sentido y llenarlas de sentimiento, y le daba igual lo demás. Esta misma reflexión acerca de los otros dibujos, cuadros y poemas de Miguel se la transmití hace tiempo a Rita, que también pinta y escribe desde niña. Ella dice que el arte es así para muchos artistas, incluida ella misma, que ponen la creatividad y la expresión por encima de todo. Les importa más el qué que el cómo, el dónde o el porqué. 

Seguimos investigando en busca de información sobre Miguel y otros artistas de su época, y también volveremos más adelante sobre este tema de la futilidad del arte.


Contacto: amarneciendo@gmail.com

1 comentario:

  1. El soporte es frágil pero coleccionado por much@s, al igual que los sobres de azúcar, terrones y cajas de cerillas de las mas variadas formas, nosotros somos testigos de estas colecciones todos los domingos, el papel es un soporte bastante duradero ya que conservamos papeles de tiempos bastantes remotos incluso papel de fumar, pero de la composición del papel y su importancia en el arte y la cultura hablaremos otro, día, felicidades por el blog. Felicidades Andés allá donde estés.

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